Compramos un mueble de segunda mano, para que nos sirviera de base, ya que queríamos una cocina sólida.
A partir de ahí, fuimos tomando medidas y encargamos en una carpintería unas tablas de DM y los agujeros para el lavadero y el grifo y de la puerta del horno, ya que en casa no teníamos herramientas para hacerlo bien.
El paso siguiente fue pintar toda la estructura e ir montando las puertas y baldas. Colocamos también el especiero que hará las veces de estantería y las balditas del frigorífico, que son una cesta de fruta de juguete cortada a la mitad.
Una vez terminado el montaje principal, pintamos y pegamos los elementos que harán el papel de vitrocerámica, en este caso, son unos posavasos de madera de los chinos, pintados de negro.
Con ironfix de cuadritos rojos, hicimos la cenefa, mas que nada para darle un aire infantil.
Cuando faltaban solo los detalles, no terminábamos de encontrar el grifo que queríamos, y al final compramos uno de lavabo normal y corriente, lo cual fue un acierto porque es una de las cosas que más ha gustado a los niños.
Ahora, estamos pendientes de colocar una barra en el frente para colgar complementos y encontrar un reloj de cocina, y también necesitamos un "cristal" para el horno.
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